Llega el otoño y las Ardillas del Bosque esconden bajo las hojas los frutos secos para, en el duro invierno, poder volver a recolectarlos y sobrevivir. Pero cuidado, si intentamos llevarnos los frutos secos de otras ardillas podemos llevarnos una sorpresa.
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UN VISTAZO POR ENCIMA
Autor: Paco Gómez | Ilustradora: Amelia Sales | Editorial: Átomo Games
- ¿Quién? Ardillitas desde los 6 años
- ¿Cuantos? De 2 a 5 animales del bosque
- ¿Durante? Unos 15 minutos
COMPONENTES
- 5 tableros
- 35 fichas de jugador
- 5 fichas de animales
Un impresionante, espectacular y tremendo tablero. Modular y reversible, lo que ha hecho Paco Gómez es poco menos que una obra de ingeniería matemática.
Además, está ilustrado de manera fantástica por Amelia.

ARDILLAS DEL BOSQUE
CÓMO SE JUEGA
El juego se divide en dos etapas: otoño e invierno; teniendo ambas una importante carga estratégica si jugamos, sobre todo, en el modo de día. El tablero de noche cuenta además con algunos aspectos de “interacción negativa entre jugadores” que lo hacen más interesante para según qué grupo de juego tengas.
PREPARACIÓN MODO DÍA
Formamos el tablero en consonancia con el número de jugadores que seamos. En los vértices veremos dibujados frutos silvestres que nos ayudarán a saber por qué lugar tenemos que unirlos dependiendo de si usaremos 3, 4 o 5 módulos.
También en los tableros vemos un tipo de hoja, cada jugador coge las fichas del mismo tipo del tablero que tenga más cercano, las baraja y las coloca frente a si mismo (su nido).
DESARROLLO
OTOÑO
El jugador inicial coge su primera ficha (la mira en secreto) y la coloca con la hoja bocarriba sobre uno de los escondites del bosque (en cada módulo del tablero hay 2 zonas marcadas para ello).

Vamos así, de jugador en jugador, repitiendo esta acción, apilando las fichas por los distintos escondites, hasta que nadie tenga más que poner.
INVIERNO
Por turnos, desde el inicial, cada jugador cogerá una ficha de uno de los escondites. Al hacerlo la girará y la dejará en su nida a la vista de todos.
Y ahora es cuando explicamos qué hemos escondido y qué podemos encontrarnos:

- Frutos secos: son las fichas que debemos recolectar y nos podrán dar la victoria al final de la partida
- Ficha vacía: no es un fruto seco pero tampoco nada desagradable. La dejamos frente a nosotros y el turno pasa al siguiente jugador.
- Caca: Oh, oh… Si cogemos una caca, esta eliminará una de nuestras fichas de frutos secos
- Ardilla: atrae la atención del animal del bosque que vive en ese tablero y realiza su acción. Tras esto podremos levantar otra ficha de un escondite.
FIN DEL JUEGO
Gana el jugador con el grupo de frutos secos más numeroso. Por ejemplo, si un jugador tiene un trío de frutos secos y otro tiene dos parejas, ganará el primero.
CAMBIOS PARA EL MODO NOCHE
- Monta los tableros por el lado nocturno (claro)
- En otoño guarda una de tus fichas, en secreto, en tu nido.
- Las otras 6 fichas podemos colocarlas en el orden que queramos, mirándolas en secreto.
- Tras sacar una ardilla y realizar la acción del animal correspondiente, no podremos volver a sacar otra ficha.
CAMBIOS PARA EL MODO REY DEL BOSQUE
Elige una ficha de animal. Este será el rey del bosque por lo que, si sale una ardilla, será ese animal el que se active siempre. Por lo demás, sigue las reglas del modo (día o noche) que quieras jugar.
MODO PEQUEARDILLAS
Retira las fichas de ardilla para que no se activen los animales del bosque. Juega así hasta que lo asimilen y pasa al modo de El Rey del Bosque y después el modo día.
Juega en modo noche solo cuando puedan aceptar que otros jugadores les roben fichas (dependiendo de su tolerancia a la frustración).
ARDILLAS DEL BOSQUE
PENSAMIENTOS FINALES
Átomo Games nos trae este nuevo juego familiar en el que a simple vista sólo hay que poner (primero) y quitar (después) fichas en un tablero pero que cuenta con una alta carga estratégica.
Desde el momento de colocar las fichas, teniendo en cuenta que tenemos que memorizar donde ponemos las nuestras (para no coger la caca propia) hasta el fijarnos quien no coge su propia ficha de un montón porque, quizá, no sea precisamente un fruto seco.
Está claro que Ardillas del Bosque es un juego que como mejor funciona es a 5 jugadores. Un party en toda regla con el que disfrutar tanto en familia como con amigos, con risas aseguradas.
Por un lado cada vez que sale una caca se forma una fiesta y, por otro, tenemos los animales del bosque que nos ayudan (en el modo día) o pueden fastidiarnos (en el modo noche).
Por ejemplo, en el modo día los animales nos suelen dejar mirar las fichas de escondites para elegir la que queramos, o reorganizar alguna pila.
En el modo noche, sin embargo, podremos robar fichas a otros jugadores, quitarlas del juego o, si tenemos mala suerte, incluso quedar eliminados nosotros.
El juego tiene una modalidad para 2 jugadores, en el que se usan ardillas del bosque dormilonas, jugadores fantasma de los que se colocan directamente dos pilas de fichas en sus escondites correspondientes y ya está.
Como bien sabréis (o no) en casa jugamos principalmente 2 y, personalmente creo que Ardillas del Bosque, aunque es jugable así, no está hecho para este número.
Pero como decía, es un juego hecho para disfrutar cuantos más mejor y sin duda alguna ahí es donde brilla especialmente.