Seguramente, mientras paseáis con los peques, o estáis en el parque, ha surgido la pregunta: ¿a qué se parecen esas nubes?. Pues bien, ahora no sólo podremos mirar las nubes desde casa, también podremos hacer que se parezcan a lo que queramos.
Puedes ver cómo Laura te lo explica en dos minutos o seguir leyendo la reseña. O mejor, las dos cosas.
UN VISTAZO POR ENCIMA
La editorial Kibo, especialista en juegos que fomentan la creatividad y desarrollo de nuestros peques, nos trae el juego de Eugeni Castaño, en el que intentaremos descubrir a qué huelen se parecen las nubes mediante la creación de objetos.
- ¿Quién? Desde los 6 años
- ¿Cuantos? De 3 a 6 imaginadores
- ¿Durante? 15 minutos
COMPONENTES
- 16 Nubes
- 1 Reloj de arena
- 20 Cartas de puntos
- 80 Cartas de objetos
Las cartas de objetos cuentan con dos dificultades distintas, diferenciándolas por el color de fondo. Las verdes, son las que usaremos para empezar.
DESARROLLO
PREPARACIÓN
Dejamos espacio en la mesa para poder hacer las figuras y que todos los jugadores puedan verlas claramente. Colocamos a mano las nubes, las cartas de objeto (bocabajo) y el reloj de arena.
Elegimos al jugador inicial y comenzamos.
TURNO
Damos la vuelta al reloj de arena y el jugador inicial coge una carta de objeto sin que la vea el resto de jugadores.
Tendrás que intentar construir el objeto con las nubes, sin hablar ni hacer ruidos, pero una vez construido sí podrás hacer mímica. El resto de jugadores deberá intentar adivinar de qué objeto se trata y el que lo acierte se llevará la carta (=1 punto). Se seguirán sacando cartas hasta que se acbe el tiempo.
Por cada objeto que alguien haya adivinado, el jugador del turno se llevará también 1 punto.
Ahora es el turno del siguiente jugador.
FIN DEL JUEGO
Cuando todos los jugadores hayan jugado su turno, el juego habrá terminado. Contamos los puntos y el que más tenga habrá ganado.
NUBES A DOS
Aunque el juego es a partir de tres jugadores, como sabéis pasamos mucho tiempo jugando los dos solos, por lo que buscamos formas de divertirnos igualmente y nos negamos a desechar juegos sólo porque tengan un 3 en la parte de jugadores necesarios.
En esta ocasión, no tenía sentido (jugando a dos) el sistema de puntuación, ya que los dos nos llevamos puntos por objeto acertado. ¡Empatamos siempre! Así que, simplemente, el jugador que hace los objetos no se lleva puntos y, para darle más intríngulis todavía, por cada objeto que no logres que el otro acierte, pierdes un punto.
Todo esto inventado sobre la marcha y muy mejorable, seguramente, pero lo importante es lo bien que lo pasamos intentando formar objetos.
PENSAMIENTOS FINALES
Como veis, Nubes es un juego tan fácil de jugar como genial para trabajar la agilidad, rapidez y sobre todo la creatividad. Nos reímos mucho intentando hacer ciertos objetos y luego, cuando salen “de aquella manera” intentando explicarlos con mímica.
Las comparaciones son odiosas, menos si es para deciros que podría considerarse a Nubes como un Imagine Junior. Y muy necesario. Tenemos en casa el juego de cartas transparentes y ya os digo que no hemos jugado nunca como hay que jugarlo (ni de ninguna otra forma). Sin embargo con Nubes en poco tiempo hemos disfrutado muchísimo gracias a que los objetos son cotidianos, fáciles de reconocer y muy divertidos de reproducir para Laura.
Al igual que sus hermanos de editorial, como Thinko, el cual pude disfrutar en el Festival de Juegos de Córdoba (y que Laura ya tendrá tiempo de jugar dentro de un par de añitos), Nubes debería estar en cualquier ludoteca que se preocupe de, además de la diversión, mejorar el desarrollo de nuestros peques.
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